“Y
debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo
hiciera, no lo conseguiría. Que me
encanta mirarte y que te hago mío con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el
paraíso. Que no fuiste el amor de mi
vida, ni de mis días, ni de mi
momento. Pero que te quise, y que te quiero, aunque estemos destinados a no ser.”
—JC