Te puedes vender, cualquier oferta es buena si quieres poder. Que fácil es abrir tanto la boca para opinar. Y si te piensas echar atrás  tienes muchas huellas que borrar, Dejame, que yo no tengo la culpa de verte caer, si yo no tengo la culpa de verte caer. Pierdes la fe, cualquier esperanza es vana y no se que creer. Pero olvidame, que nadie te ha llamado... ya estas otra vez. (...) Entre dos tierras estas y no dejas aire que respirar.