Me enseñaste que los celos son traviesos, que es mitad falta de sesos y mitad inseguridad. Me enseñaste a ser pareja en libertad; me enseñaste que el amor no es una reja y que es mentira la verdad. Me enseñaste que no es bueno el que te ayuda sino el que no te molesta. Me enseñaste que abrazada a tu cintura todo parece una fiesta.